“Las metodologías ágiles de trabajo necesitan nuevos espacios laborales”

Scrum, agile, kanban… palabras de uso común en el mundo del desarrollo de software, pero desconocidas hasta hace poco fuera de ese ámbito. Son algunas de las metodologías ágiles de trabajo que surgieron en el mundo de la informática a mediados de los años ochenta y principios de los noventa, y que hoy ya se han introducido en todo tipo de compañías. Las empresas se han sumergido en procesos de transformación culturales, con nuevas formas de trabajo, más ágiles y flexibles. Es una manera de responder al vertiginoso ritmo de cambios de esta sociedad de la híper conectividad y el conocimiento compartido.

Hablamos con Juan Gasca, CEO y fundador de Thinkers Co. sobre estas y otras dinámicas de trabajo, cada día más comunes en las organizaciones.

“En este entorno actual de incertidumbre, los procesos más tradicionales con desarrollos de producto en cascada, conocidos como waterfall, ya no tienen cabida. Tenemos que intentar trabajar de una forma más interactiva, buscando establecer hitos concretos más a corto plazo, y eso es un poco lo que intentan dotar estas metodologías ágiles. La agilidad es una forma de entender la gestión de proyectos, y dentro de la misma encontramos diferentes metodologías. Por ejemplo, las puras (scrum, kanban…) que los departamentos IT utilizan día a día con el objetivo de sacar los productos más rápido y con mínimos errores. Pero también encontramos un subconjunto de praxis y métodos que no son puramente ágiles o no están englobados en las metodologías ágiles pero sí que responden a algunos principios basados en acotar, definir, prototipar, aprender y desarrollar”.

Dentro de esta metodologías a las que se refiere Juan Gasca está el “Design Thinking”, que es una forma de crear productos y servicios que tiendan a satisfacer en mejor manera las necesidades de los usuarios haciéndolos parte activa del proceso de creación.

Hay otras, como Lean Startup que es la evolución del concepto tradicional de Lean, al caso concreto del lanzamiento de Startups a mercado. Aprendizaje validado, experimentación e iteración son los tres pilares en los que se basa esta metodología. El objetivo es reducir el riesgo en el lanzamiento de nuevos productos y servicios. Aprender del cliente (Customer Development) es la clave y cuanto más rápido y barato mejor.

¿En qué tipo de proyectos se utilizan estas metodologías? Surgieron en departamentos IT y en equipos de innovación, si bien es cierto que son praxis que están llegando a todos los departamentos. No solo necesitamos estas metodologías para lanzar y acometer proyectos puros de innovación, también para implementar pequeños proyectos… Por ejemplo, en Recursos Humanos, ¿Cómo desarrollo una formación o un proyecto de remuneración? Departamentos de cualquier ámbito están acometiendo esta forma de trabajar. Más que de un proyecto de innovación- entendiendo la innovación como esa capacidad de generar un valor grande, disruptivo…- hablamos de pequeñas innovaciones de mejora continua o modificaciones en las que también podemos llegar a aplicar estos métodos de trabajo.

¿Estas formas de trabajo son el ecosistema natural de las generaciones más jóvenes?

Cuando hablamos de metodologías ágiles encontramos diversidad de usuarios, personas y formas de entender el mundo, y sobre todo a la hora de aplicarlas vemos dos perfiles antagónicos que están abrazando y usando estas metodologías. Por un lado, el personal con una larga trayectoria que hasta ahora ha tenido una forma de hacer las cosas y se encuentra con la necesidad u oportunidad de hacerlo diferente. Por otro, encontramos otros profesionales con un bagaje cultual y un enfoque de vida y trabajo diferente al de las generaciones anteriores. Comprenden que la tendencia es trabajar por ciclos, en diferentes compañías y ciudades… en lugar del trabajo fijo para toda la vida. Evidentemente, su forma de entender el mundo se asocia mejor a estos modelos de trabajo.

Estas formas de trabajar necesitan un tipo espacio que no estaba contemplado

Estas nuevas formas de trabajar están desarrollando nuevos momentos o necesidades en los espacios laborales. Se basan en una colaboración intrínseca, intensiva, en la que hay momentos en los que cada individuo va a responsabilizarse de sus tareas y va por libre, pero existen momentos de colaboración muy cercana. Incluso en el lanzamiento de proyectos o sesiones de retrospectiva, de qué hacemos en los próximos días…  las personas tienen que juntarse y organizarse. Esa organización de tareas, esa forma nueva de reunión, no se puede acometer en un espacio tradicional, alrededor de una mesa. Reclaman soluciones más visuales y dinámicas, espacios en los que rápidamente podamos levantarnos, anotar, dialogar… Esa necesidad se ha ido resolviendo sobre la marcha con aplicaciones ad hoc, con construcciones o con aplicación por ejemplo de la pintura Vileda a una pared, con la compra de pizarras… Pero no estaba bien resuelto… Ahí surge la colaboración de Thinkers Co. con Ofita, que se materializa en el lanzamiento de la línea de mobiliario Forthink, “que lo que permite es recoger esas formas dinámicas visuales de trabajar”. Forthink es la solución para los espacios colaborativos que necesitan estas nuevas metodologías de trabajo.

“Las metodologías ágiles de trabajo necesitan nuevos espacios laborales”

Scrum, agile, kanban… palabras de uso común en el mundo del desarrollo de software, pero desconocidas hasta hace poco fuera de ese ámbito. Son algunas de las metodologías ágiles de trabajo que surgieron en el mundo de la informática a mediados de los años ochenta y principios de los noventa, y que hoy ya se han introducido en todo tipo de compañías. Las empresas se han sumergido en procesos de transformación culturales, con nuevas formas de trabajo, más ágiles y flexibles. Es una manera de responder al vertiginoso ritmo de cambios de esta sociedad de la híper conectividad y el conocimiento compartido.

Hablamos con Juan Gasca, CEO y fundador de Thinkers Co. sobre estas y otras dinámicas de trabajo, cada día más comunes en las organizaciones.

“En este entorno actual de incertidumbre, los procesos más tradicionales con desarrollos de producto en cascada, conocidos como waterfall, ya no tienen cabida. Tenemos que intentar trabajar de una forma más interactiva, buscando establecer hitos concretos más a corto plazo, y eso es un poco lo que intentan dotar estas metodologías ágiles. La agilidad es una forma de entender la gestión de proyectos, y dentro de la misma encontramos diferentes metodologías. Por ejemplo, las puras (scrum, kanban…) que los departamentos IT utilizan día a día con el objetivo de sacar los productos más rápido y con mínimos errores. Pero también encontramos un subconjunto de praxis y métodos que no son puramente ágiles o no están englobados en las metodologías ágiles pero sí que responden a algunos principios basados en acotar, definir, prototipar, aprender y desarrollar”.

Dentro de esta metodologías a las que se refiere Juan Gasca está el “Design Thinking”, que es una forma de crear productos y servicios que tiendan a satisfacer en mejor manera las necesidades de los usuarios haciéndolos parte activa del proceso de creación.

Hay otras, como Lean Startup que es la evolución del concepto tradicional de Lean, al caso concreto del lanzamiento de Startups a mercado. Aprendizaje validado, experimentación e iteración son los tres pilares en los que se basa esta metodología. El objetivo es reducir el riesgo en el lanzamiento de nuevos productos y servicios. Aprender del cliente (Customer Development) es la clave y cuanto más rápido y barato mejor. 

 ¿En qué tipo de proyectos se utilizan estas metodologías? 

Surgieron en departamentos IT y en equipos de innovación, si bien es cierto que son praxis que están llegando a todos los departamentos. No solo necesitamos estas metodologías para lanzar y acometer proyectos puros de innovación, también para implementar pequeños proyectos… Por ejemplo, en Recursos Humanos, ¿Cómo desarrollo una formación o un proyecto de remuneración? Departamentos de cualquier ámbito están acometiendo esta forma de trabajar. Más que de un proyecto de innovación- entendiendo la innovación como esa capacidad de generar un valor grande, disruptivo…- hablamos de pequeñas innovaciones de mejora continua o modificaciones en las que también podemos llegar a aplicar estos métodos de trabajo.

¿Estas formas de trabajo son el ecosistema natural de las generaciones más jóvenes?

Cuando hablamos de metodologías ágiles encontramos diversidad de usuarios, personas y formas de entender el mundo, y sobre todo a la hora de aplicarlas vemos dos perfiles antagónicos que están abrazando y usando estas metodologías. Por un lado, el personal con una larga trayectoria que hasta ahora ha tenido una forma de hacer las cosas y se encuentra con la necesidad u oportunidad de hacerlo diferente. Por otro, encontramos otros profesionales con un bagaje cultual y un enfoque de vida y trabajo diferente al de las generaciones anteriores. Comprenden que la tendencia es trabajar por ciclos, en diferentes compañías y ciudades… en lugar del trabajo fijo para toda la vida. Evidentemente, su forma de entender el mundo se asocia mejor a estos modelos de trabajo.

Estas formas de trabajar necesitan un tipo espacio que no estaba contemplado
Estas nuevas formas de trabajar están desarrollando nuevos momentos o necesidades en los espacios laborales. Se basan en una colaboración intrínseca, intensiva, en la que hay momentos en los que cada individuo va a responsabilizarse de sus tareas y va por libre, pero existen momentos de colaboración muy cercana. Incluso en el lanzamiento de proyectos o sesiones de retrospectiva, de qué hacemos en los próximos días…  las personas tienen que juntarse y organizarse. Esa organización de tareas, esa forma nueva de reunión, no se puede acometer en un espacio tradicional, alrededor de una mesa. Reclaman soluciones más visuales y dinámicas, espacios en los que rápidamente podamos levantarnos, anotar, dialogar… Esa necesidad se ha ido resolviendo sobre la marcha con aplicaciones ad hoc, con construcciones o con aplicación por ejemplo de la pintura Vileda a una pared, con la compra de pizarras… Pero no estaba bien resuelto… Ahí surge la colaboración de Thinkers Co. con Ofita, que se materializa en el lanzamiento de la línea de mobiliario Forthink, “que lo que permite es recoger esas formas dinámicas visuales de trabajar”. Forthink es la solución para los espacios colaborativos que necesitan estas nuevas metodologías de trabajo.